LA PARADOJA DE JIM STOCKDALE

El Almirante Jim Stockdale fué el oficial de más alto rango en el campo de prisioneros de Hanoi durante la guerra de Viet-Nam. Fue torturado múltiples veces durante sus ocho (8) años de prisión. No tenía derechos de prisionero ni fecha de liberación, ni garantía alguna de que alguna vez volvería a ver a su familia.

Llevaba el peso del comando en el campo de prisioneros, mientras libraba una guerra interna con sus captores frente al intento de utilizar a los prisioneros para fines de propaganda. En una oportunidad se auto desfiguró golpeándose y utilizando una hojilla de afeitar para que no pudieran utilizarlo en un vídeo como ejemplo de un “prisionero bien tratado”. Vía la Cruz Roja, logró intercambiar información de inteligencia con su esposa a través de algunas cartas, a pesar de saber que si le descubrían sería objeto de mayor tortura o quizás la muerte. Luego de su liberación se volvió el primer oficial de tres estrellas de la historia de la marina norteamericana en recibir tanto las alas de aviador como la Medalla de Honor del Congreso. Posteriormente en unión de su esposa escribió un libro titulado “En el Amor y en la Guerra “ en el que se recoge la experiencia de esos 8 años.

En el año 2001 fue entrevistado por el consultor de empresas Jim Collins (de cuyo artículo en USA TODAY hemos tomado estos datos) quien había leído su historia y, en aquella entrevista, le preguntó cómo pudo lidiar con tan terrible situación y sobrevivir. Su respuesta fue:

“Nunca perdí la fe en el fin de la historia”, “Nunca dudé que no sólo saldría de esa situación sino que además prevalecería y, al final, haría de esta experiencia el evento definitorio de mi vida con el que en retrospectiva nunca habría de transar.”

Luego, Collins le preguntó: ¿Quiénes fueron los que no lograron sobrevivir?; A lo que Stockdale respondió: “Eso es fácil, los optimistas”.

Jim Collins sorprendido y confundido le dijo: “¿Los optimistas, no entiendo” y Stockdale respondió: “Los optimistas eran aquellos que decían: seremos liberados en Navidad y la Navidad llegaba y se iba, entonces decían: seremos liberados en Pascua y la Pascua llegaba y se iba, y así para el día de Acción de Gracias y nuevamente para Navidad y finalmente morían de corazón roto”.

Luego de una larga pausa dijo: “Esta es una importante lección, Nunca debemos confundir la fe de que al final vamos a prevalecer -porque eso es algo que no podemos permitirnos perder- con la necesidad de ser disciplinados para afrontar los brutales hechos de la realidad en curso, no importa cuáles ellos sean.”